viernes, 16 de junio de 2017

Loa a Dios


     Publicado hace un año en mi Facebook.  Estas reflexiones llegaron en un día en el que me sentía muy Feliz.
 
     Ahora que me enfrento nuevamente al cáncer. Le dan calma y alivio a mi vida, en momentos de dolor.  Sobre todo cuando  me hago consciente de que cada día es tan importante.

     Hoy quiero compartirlas en mi blog.

  -   "Amo estos días querido padre,  en los que tu infinita presencia colma todo mi ser y puedo sentirte con fuerza".

     Éstos que no llegan todo el tiempo; pero que son, que están, que existen, que valen por muchos buenos días y que perduran por la inmensa luz que traen consigo.

     Éstos en los que  tu amor divino me llena de dicha, gozo y felicidad; hasta lograr que conmovida un par de lágrimas recorran mis mejillas.

      Éstos en donde no hay cabida para la tristeza; sólo para la confianza, la certeza y la seguridad de que todo, absolutamente todo ha estado, está y estará siempre bien. Pues tú amor infinito no sólo llena,  sino que rebosa.

  -    "Amo estos días querido padre, en donde todo tiene sentido y todo encaja perfectamente como piezas en un rompecabezas".

      Éstos en los que me siento parte importante y vital de tu plan divino.

     Éstos en los que siento que cada paso del camino ha sido el correcto, el justo, el  preciso, el que debía ser.  Sólo por haberme traído a este maravilloso instante.  Este que quisiera filmar y disfrutar en cámara lenta para atesorar así cada milisegundo.

   -  "Amo estos días querido padre, en los que me hago
consciente de qué abrir una puerta al Perdón en el pasado; significó un mundo de posibilidades en mi presente".

    Éstos en los que siento que cada hilo de mi vida ha sido entretejido con tus amorosas manos, hasta convertirse en una hermosa manta que me cobija.

     Éstos en lo que todo es fácil y gratuito, no cuesta nada ni el más mínimo esfuerzo pues todo fluye.  Y aún así reconozco qué son consecuencias de días y días previos en donde se colocó un pequeño grano de arena; que se convirtió finalmente con el tiempo en una maravillosa obra de arte.

  - "Amo estos días querido padre, colmados de amor, tu amor, tu infinito amor".

   Éstos en los que me siento parte de algo más grande e infinito, como pólvo de estrella que extiende su luz en el universo.

   -  "Amo estos días querido padre, en los que tu infinita presencia viene a abrazarme con fuerza".
   


lunes, 6 de marzo de 2017

SIGUE ADELANTE

     Es Domingo y mi primer pensamiento es "NO PUEDO HACER ESTO".  Lo digo en voz alta, pues quiero ser escuchada por quien viniese a visitarme en sueños para que le entregue un mensaje a su querida esposa. Pero existen razones muy poderosas para decirle que no y él lo sabe.
     Solo una vez, no he sido capaz de entregar un mensaje, desde que hace casi diez años tomara la decisión de entregar los mensajes que recibía en mis sueños. En aquella oportunidad se trataba de un primo cercano y con total firmeza le dije que no a mi tía, su madre, quien había partido hace un par de años antes.
     No era la primera vez que le daba un mensaje a mi primo. El era una persona bastante difícil. Podía tolerar su desdén y su incredulidad, pues en aquellos años creí que eso era parte de ser una mensajera. Como cuando un cartero va a entregar una carta y se encuentra con un perro bravo dispuesto a morderlo y entonces tiene que salir corriendo por su vida. Pero yo pensaba que esos eran gajes del oficio.
     Hasta que un día mi primo trató de atropellarme con su auto, sin razón aparente, solo por diversión. Y entonces comprendí que yo necesitaba poner límites.
     Recuerdo ahora aquel primer libro que leyera acerca del REIKI, donde la autora decía que ella solía ir a visitar a personas para hacerles Reiki y que al llegar al lugar aquella persona le decía que ella no había solicitado su ayuda. Ella iba a ese lugar por recomendación e invitación de un tercero, hasta que un día comprendió que no lo haría más. Iría a hacerle Reiki, solo a aquellas personas que se lo pidieran personalmente.  Comprendí entonces que no podía entregar mensajes, cuando mi integridad física se viera comprometida.
     Creí durante varios años que mi tía estaba furiosa conmigo, hasta que hace unos meses atrás vino a visitarme en sueños. Recuerdo que yo me encontraba en casa de una de sus hijas cuando ella apareció frente a mí y le dije: .-Tía, ¿Qué haces aquí? Este no es tu lugar, pues tú ya trascendiste este plano.  Ella respondió: - Quiero que sepas que no estoy de acuerdo con la forma en que te han tratado mis hijos. Yo estoy aquí para apoyarte. Quiero que sepas además que cuentas conmigo.
     Entonces me dio un gran abrazo y al abrazarla sentí que su espalda era tan suave como una almohada. Y allí en sus hombros lloré, lloré y lloré. Sentí que me liberé, comprendí que mi tía, quien en vida había permitido tantas equivocaciones de sus hijos, ahora me decía que era capaz de comprender mejor las cosas. Sentí también que ella no estaba enojada en modo alguno conmigo. Fue muy liberador.     Pero hoy Domingo, las razones por las cuales digo que no, son otras. Y aunque yo quiera entregar este mensaje, no existe forma alguna de que pueda hacerlo, por lo menos es lo que yo creo.
     Así que decido volver a dormir, quiero descansar mi cuerpo me lo pide a gritos. Pretendo dormir toda la mañana o sino levantarme bien tarde. Pero al parecer Dios tiene otros planes para mí.  Al dormir nuevamente, tengo otro sueño:  " Allí está este señor parado frente a mí. Nos encontramos en un lugar donde las personas van a divertirse. Puedo ver a su esposa con su mejor amiga. El está molesto, es tan insistente. Está furioso. Jamás en vida llegué a verlo así".  El era una gran persona, un gran hombre, que amó profundamente a su esposa y a sus hijos. Quien siempre dio lo mejor de sí por su familia. Lo conocí por casi 20 años y llegué a admirar en él esa cualidad de hombre de familia.  Pero en el sueño, él no puede acercarse a su esposa, pues a ella la envuelve una especie de energía oscura, yo apenas si puedo acercármele. Aunque puedo escuchar lo que dice en voz alta: - ¡No quiero vivir!. Parece que ha tomado la decisión de acompañar a su esposo, pues ha sido muy difícil para ella superar su partida. El se acerca y me dice: - Sabes bien que siempre le di lo mejor a mis hijos, pues quería que fueran personas de bien cuando fueran adultos, les inculqué valores y principios para que pudieran enfrentar cualquier situación difícil en sus vidas. No es justo que todo eso se pierda, que todo eso se vaya a la basura. Solo porque ella decidió morir y ellos tienen que acompañarla en esa decisión. Ellos merecen vivir, merecen ser felices, deben seguir adelante con sus vidas.
     De pronto percibí una sensación intensa de amor, sus palabras me han conmovido, han llegado a mi corazón. Y le respondí: - Lo sé.   Allí desperté. Tan convencida de lo que tenía que hacer. Así que mi primer pensamiento fue: "PALABRAS MAYORES". Lo cual quiere decir que esto ameritaba atención de mi parte.
     Media hora más tarde estoy desayunando junto a mi hermano y le pregunto. ¿Cómo le entregas un mensaje a alguien que no quiere hablar contigo?. El responde: -Simplemente no lo hago, bien sabes lo que pienso de que vayas a entregar esos mensajes. Lo que las personas piensan y dicen de tí. Así que te recomiendo que no lo hagas.  Pero le replico. La cuestión no es si voy a entregarlo o no. Es ¿Cómo lo hago?. Así que por un instante, Pienso: ¡Necesito ayuda! En unos instantes llega un pensamiento a mi mente. "Busca a la hermana de su mejor amiga" .
     La recuerdo ahora, ella es una persona dulce, amable, practica Ho·oponopono. Cristaloterapia, Metafísica. Ella puede recibir el mensaje sin mayores cuestionamientos. Además de ello, vive a la vuelta de la esquina, lo cual significa que puedo llegar allí fácil y rápidamente. 
     Me dispongo entonces a ir a su casa. Y para mi asombro allí se encuentra en la entrada, el hijo de quien me visitara en mis sueños, está fumando un cigarrillo. El tampoco me habla. Así que al verme me pregunta en un tono fuerte: . ¿Que deseas?.  Le contesto: - Estoy buscando a Mayra. El responde: - Ella no se encuentra.
     Decido dar media vuelta y regresar, cuando siento a mi lado izquierdo la presencia energética de su padre. Quien me dice:- Dale el mensaje a él. Por eso él está aquí.
     Y así lo hago. Le entrego el 95% del mensaje que he recibido, y para mi sorpresa aquellas cosas que no tenían mucho sentido para mí, tiene mucho sentido para él. Comienzo a extenderme en mis palabras, hasta que escucho. - Es hora de irnos. Y decido parar de hablar.
     Comienzo a caminar de regreso al apartamento y me siento gratamente sorprendida, por como funcionan las cosas en el universo. Después de unos pasos ya no siento a su padre. Pero comprendo la grandeza de Dios.
     "SIGUE ADELANTE", este mensaje me atañe, por diversas razones además. Y aquí vuelvo a recordar a la maestra de REIKI, cuando sirves como canal a la energía sanadora del universo, tú también estás sanando.
     Superar la perdida de un ser querido no es nada fácil. Hay quienes dicen que puede tomar de cuatro meses a un año. Pero aun así yo respeto el dolor de cada quien. Pues yo vi como esta persona al perder a su amado esposo, fue perdiendo gradualmente sus ganas de vivir. Y en verdad, ellos andaban juntos para arriba y para abajo.  No soy quien para juzgarla. Solo le pido a Dios que le de la entereza necesaria para buscar ayuda y salir del momento tan difícil por el que atraviesa. Y además el alivio y el consuelo que necesita.

martes, 24 de enero de 2017


"QUE BENDICIÓN"


     He despertado repentinamente en medio de la noche al escuchar un ruido en la habitación. Todavía resuena en mi mente la melodía de una hermosa canción con la que estaba soñando. Es de Juan Luis Guerra. La primera vez que le presté atención fue cuando asistí a un taller llamado:  LA MAGIA DE SER MUJER. 

      No conozco toda la letra de la canción.   Pero recuerdo que dice más o menos así:  

     Tenerte. Besarte. 
     Andar de la mano contigo. 
     Mi cielo. Mirarte. 
     Decirte un te quiero al oído. 
     Yo te lo digo
     QUE BENDICIÓN.

     Quisiera seguir acostada pero hace tanto frío que mis ganas de ir al baño no me lo permiten.  Así que me levanto un tanto asustada de tener que ir sola y cruzar la sala que se encuentra a oscuras. Ya de regreso en el cuarto, algo me impulsa a encender el televisor y para mi asombro están anunciando la misma canción

     ¡COINCIDENCIA!. No lo creo. Que probabilidad existe de que al encender el televisor y sin cambiar de canal, esté sonando la misma canción con la que estaba soñando.   Esto me sorprendió y me alegró muchísimo.   Sentí que estaba recibiendo un maravilloso regalo de los ángeles; a quienes había invocado antes de ir a dormir. 

     Me metí a la cama, me abrigué bien y me quedé escuchando esta bellísima canción que más que hermosa es celestial.  TODA UNA BENDICIÓN.

lunes, 2 de enero de 2017

TENERTE A TI

       Fue unos de los regalos más hermosos que me dio Dios, después vendría mi amado hijo.  

     Conocí a través de ti: la responsabilidad, lo contrario del abandono: la presencia. la fortaleza, la armonía, la fe, la paciencia, el abrigo, el apoyo, el amor incondicional. Ese que vence todas las barreras del tiempo y del espacio. Ese que no conoce límites, ni fronteras. Lo sé, aún más ahora cuando tu espíritu viene a mí, en mis sueños y tenemos largas conversaciones.  A veces alegre, a veces fuerte en tus palabras para decirme que debía seguir adelante y que siempre estarías conmigo, mientras superaba el dolor de tu partida.
Otras veces para decirme que recordara todos los momentos hermosos que compartimos juntas y los guardara en mi corazón.  Otras para sentarte en mi cama, acariciar mi cabello y decirme que te quedarías a velar mis sueños hasta que me durmiera por completo y que siempre me protegerías. Que no tuviera miedo.  Otras para decirme que le echara un ojito a Antonio, tu hijo menor, ese que tiene ya más de 50 años, pero al que siempre trataste como un hijo pequeño.

     Me enseñaste a creer en Dios porque tu fe era grande.  Me decías que "Todo en esta vida tiene solución" basta con una oración y encenderle una velita al Santo correspondiente.  Me enseñaste además que el té que se preparaba con la flor del único árbol que estaba en el patio de mi tía, servía para todo: dolor de cabeza, dolor de garganta, dolor de estómago, la inflamación, la gripe, dolor de vientre y pare de contar. También me enseñaste que aquellas heridas que me hacía cuando me caía,  se podían curar colocando sobre ellas, mantequilla con sal.   Ahora sé que sólo era un efecto placebo, pues yo creía en ello. Y también el efecto del amor con el que preparabas ese té y cómo curabas mis heridas.
   
     Entendí por qué "Hilda", esa compañera de residencia que conocí cuando fui a estudiar a Barquisimeto, sanó rápidamente de aquella quemadura, luego de que su mamá llegara de Puerto Cabello y comenzara a cambiarle las vendas.  Esa quemadura que no sanaba por nada del mundo, mientras la dueña de la residencia cambiaba sus vendas con rabia y desdén.  Por eso tuvieron que llamar a su mamá. Y a los dos días Hilda ya estaba curada y podía caminar. Casi un milagro.

     Y es que el Amor es así: Sanador, Liberador. Te hace creer que puedes alcanzar lo que para otros parece imposible. Te hace ver la belleza de la vida, te impulsa a lograr tus más anhelados sueños. Te conecta con tu creador.

     Me acompañaste a dormir muchas noches, mientras escuchaba y veía aquellas entidades que nadie más veía ni escuchaba. Pero a diferencia de mis padres, tú no me cuestionaste jamás. Solo estabas allí conmigo.

     Cuando pienso en tí, reconozco lo tangible del amor.  Yo pude tocarlo con cada abrazo tuyo.  En cada arepita dulce que me preparaste, en tus deliciosas cocadas. Al escucharte cantar aquellas viejas canciones, a las cuales le imprimías tu propia melodía. Y aquella canción tan especial que creaste para mi querido y amado Jesús, cuando solo era un bebé. Que bueno que pudo conocerte.

     Hubiese querido que vivieras 100 años, aunque estabas muy cerca de ellos cuando tu espíritu subió al cielo. Y a decir verdad, eso es bastante tiempo de vida.

     Me enseñaste también que cada día es una oportunidad para comenzar de nuevo. Que eres una mujer exitosa si logras que todos tus hijos sean hombres de bien, honestos y trabajadores.  Que siempre hay lugar en la mesa para uno más. Que la bondad alcanza para darle a muchos. Que la generosidad siempre es buena. Que se puede hacer acuerdos con quienes nos rodean.  Y Que todos tenemos virtudes y defectos, pero que es mejor enfocarnos en lo bueno.
     
     Le doy gracias a Dios por haberme permitido el honor de tenerte en mi vida por casi 40 años.  Que tu amor infinito me siga iluminando, hasta que te toque elevarte a otras alturas en tu camino de evolución espiritual.

     GRACIAS QUERIDA ABUELA 

viernes, 30 de diciembre de 2016

HERMANO MENOR

     Hace aproximadamente 10 años me encontraba en la sala del apartamento jugando con mi pequeño hijo. El estaba sobre una manta en el piso y de pronto me di cuenta de que un pequeño insecto se acercaba hacia él.  Este insecto es de color negro, apenas si alcanza los dos centímetros de largo y unos pocos milímetros de ancho. Pero tiene dos puntitas en la cola. No sé su nombre, creo que aquí le llaman "Tijereta" y asumo que ha de ser, por la forma de su cola. Había escuchado que la picadura de este insecto causaba fiebre y malestar.
     Me asusté tanto al verlo cerca de mi hijo que solo pensé en el peligro de que pudiese picarlo. Así que tomé una de mis chancletas y lo golpeé con fuerza. Pero nada pasó, el insecto seguía moviendose. El material con el que estaba hecha mi chancleta era de lo que aquí denominamos goma espuma. Era muy suave, así que no le hacía nada. Me parecía increible ver que no pasaba nada. Y esto me asustó aún más, así que insistí hasta que el pequeño insecto dejó de moverse.
     Minutos más tardes, empecé a sentirme realmente mal por el insecto.  Ya más calmada pensé en las diferentes opciones que pude haber tomado para alejarlo de mi pequeño hijo, que era un bebé en ese momento.   Me hice consciente de que mi miedo me había ganado la partida y mi reacción había sido exagerada.   Así que oré a Dios y le pedí perdón. Y le dije que yo estaba dispuesta a asumir la responsabilidad por lo que había hecho y que si él me daba la oportunidad de resarcir mi error, yo estaría dispuesta a hacer lo que él me mostrara.   Le pedí que me diera un mensaje al día siguiente y que yo me mantendría alerta para recibir su mensaje.
     A la mañana siguiente me dispuse a salir a pasear a mi hijo en su cochecito.   Y no había caminado ni dos cuadras cuando de pronto me topé con una pequeña paloma que estaba muy herida en la calle.  Estaba sangrando mucho y su alita colgaba de su hombro. Me le acerqué pero ella se escondió en un pequeño hueco que había en la pared y no me permitía acercarmele.  Recordé ese evento años atrás en el que mi hermana menor y yo nos topacemos con un pequeño perro que estaba tirado en la calle, pues un carro lo había golpeado.  Mi hermana se acercó para ayudarlo y el perrito la mordió.  Entendimos de inmediato que aquel ser estaba muy asustado como para permitir que lo ayudáramos, tenía mucho dolor y no quería que nos acercáramos.  Afortunadamente la mordida de mi hermana no fue mayor cosa.
     En esta oportunidad decidí ir a buscarla y ella pudo tomar a la palomita. Supe que allí estaba mi mensaje.   Esa era mi oportunidad y yo estaba dispuesta a ayudar a ese pequeño ser que necesitaba de mi ayuda.   Así que la llevé al veterinario.   Debo decir con honestidad que en mi pueblito no había o no hay muchos lugares para la asistencia de animales.  Pero en la capital del estado, a unos quince minutos estaba un esplendido y maravilloso veterinario y su hija, quienes tienen años dedicados a esto y son realmente buenos en lo que hacen, también ha de ser por el inmenso amor que sienten por los animales. Su hija me ayudó mucho, me hizo una consulta por teléfono para darle los primeros auxilios a la palomita y así lo hice.
     Después de unas cuantas semanas de cuidado y mucho amor, la palomita estaba recuperada. Pero, jamás podría volver a volar, pues había perdido una de sus alas. Entonces se quedó conmigo y andaba libremente por el apartamento. Esto no le gustaba a mi esposo y casi todos los días discutíamos por ella.  Pero yo me mantenía firme en mi decisión de conservarla y cuidarla todo el tiempo que fuera.   Sin embargo, para que mi esposo se quedara tranquilo decidí comprarle una enorme jaula.  Y así fue.
     Ya habían pasado varios años cuando tuvimos que mudarnos y esta vez fue a una casa grande con mucho patio, así que yo la sacaba de la jaula y la dejaba caminar por todo el patio. Me parecía que se merecía un poco de libertad.   Claro está, no era lo mismo que surcar el cielo,  pero que era algo.
     Sin embargo, una noche yo comencé a sentir un fuerte dolor de cabeza que no se me quitaba con nada y debí permanecer hospitalizada por una semana.   Cuando por fin salí de la clínica, lo primero que hice fue ir a verla y también a nuestro perro Sonic, quien tenía unos meses con nosotros.
     Fui al Supermercado con mi esposo a comprar alimentos y cuando regresamos a la casa, la paloma se había salido de la jaula y se había encontrado con el perro.   Así que la encontré tirada en el patio.
     Lloré muchísimo esta pérdida, por un buen rato pensé en lo lamentable de que yo hubiese estado ausente esa semana, pues ella salió a buscar comida.  Pensé en muchas cosas, hasta que finalmente me calmé.   Y entendí por qué razón las cosas habían sucedido de esta manera.
     Hoy en día estoy más consciente de que los animales son nuestros hermanos menores y que aún la vida del más diminuto ser vivo, es valiosa.  No ando por las calles mirando el suelo para ver cuantas hormiguitas puedan estar allí,  pero si me percato de su presencia procuro no pisarlas intencionalmente.
     Hoy me tomo el tiempo para sacar a una pequeña abeja que entra a mi cuarto o al baño, con una bolsa de papel o con un pedazo de cartón.  O mejor aún llamo a alguien que me ayude si yo no puedo sacarla.  O puedo pasar cerca de un grupo de abejas, si y solo si es necesario sin molestarlas.  O cuando entra un grillo que busca la luz de mi habitación en la noche, entonces tomamos un recipiente de plástico y luego lo sacamos por la ventana.
     En los últimos años esta consciencia se ha incrementado más y creo que tal vez haya influido el hecho de haber tenido que hacerme vegetariana obligada por mi enfermedad. Pues ya no quiero comer carne animal ni tampoco huevos.   Algo que en un principio pensé que sería imposible.
     En fin, respetar a nuestros hermanos menores es hermoso.   Y como me diría alguien muy cercano. ¿Quien dice que ellos son menores? Pues algunos animales tienen una impresionante e inmensa capacidad de amar y terminan dándonos grandes lecciones de vida, solidaridad y amor.

martes, 27 de diciembre de 2016

COMO LA PRIMAVERA


     Es fin de semana y estoy en El Manzano haciendo un retiro espiritual. Admito que tuve mis dudas acerca de venir.  Mi entusiasmo venía en picada, más aún después de leer el correo electrónico acerca de la preparación para el mismo. Una de las exigencias era la ropa blanca, no tengo mucha ropa blanca, más bien de colores variados. Toallas blancas, todo blanco, incluso las medias debían ser blancas. Me parecía demasiado. Debía llevar además cobijas, sábanas, colchonetas y linterna. Había comprado una linterna cuando asistí al taller de salud, pero se había dañado.

     Por otro lado, estaban las exigencias en cuanto a la alimentación. Pensaba: - Ya soy vegetariana. ¿Qué más quieren de mí?. Reconozco que no fue fácil cambiar mi dieta, pero mi régimen alimenticio se quedaba corto en comparación con las exigencias. Así que después de leer el correo no me quedaban muchas ganas de asistir; más bien comenzaba a asustarme, después de todo eran muchas las complicaciones. O al menos yo lo percibía así.

     Iba a asistir sola, al retiro espiritual. Tendría que cargar con todo, sería mucho peso para mí. Lo único que tenía de lo exigido era una carpa que había comprado recientemente, como si hubiese estado allí esperándome porque más adelante iba a necesitarla. También debía armarla yo sola, aunque reconozco que esa era mi menor preocupación, pues realmente no era para nada complicado hacerlo.

     Un par de días después tuve un sueño, el cual no entendí del todo hasta que llegué aquí. Lo único que puedo decir acerca de él, es que estaba con mi guía espiritual en un lugar particular y entre muchas cosas, me dijo: - ¡Debes ser parte de esto!

     No estaba muy segura aún, mis dudas continuaban rondando mi mente. No era la primera vez que decidía hacer cosas diferentes, pero había comenzado a viajar ligera de peso y esto representaba todo lo contrario. Ya había comprado una maleta más pequeña para empacar solo lo necesario cuando tuviese que viajar. La idea de ir con tanto peso me abrumaba. Ni siquiera sabía cómo iba a salir del lugar, tendría que regresar el domingo, solicitar un taxi. ¿Cómo lo conseguiría?

     Como por arte de magia llegaron los pantalones blancos, las colchonetas, la linterna. Así que en la noche comencé a prepararlo todo. Mi hermana menor me prestó sus pantalones, me quedaban tan ajustados que apenas podía respirar con ellos, nada cómodo. Me hubiese ido en shorts blancos si hubiese estado permitido usarlos, pero no era así.

     Tomé un taxi y me perdí hasta que finalmente llegué al lugar. Creí que había llegado muy tarde pero para mi sorpresa había llegado muy temprano. Gracias a Dios apenas llegué al lugar, un hombre me ayudaba con la carga. Luego de él un muchacho me ayudaba a llevar la maleta cuesta arriba por unas escaleras larguísimas y luego hacia abajo de vuelta hasta el lugar donde me ayudaría a instalar la carpa. Fue toda una bendición. Me sentí muy agradecida con ambos.

     Solo el primer día superó mis expectativas. Comenzamos con un ritual hermosísimo para honrar a la madre tierra y al fuego. Sentí una conexión muy fuerte con la naturaleza y también con mis raíces indígenas ancestrales. Estando allí tan cerca del fuego recordé mi sueño y todo se aclaró por completo. Luego realizamos una meditación guiada. He aquí solo una parte de dicha meditación:

     He visto a mis cuatro abuelos, quienes ya han partido de este plano. Cada uno de ellos me dió un obsequio muy lindo. Me sentí abrumada al verlos juntos. Una profunda sensación de estallar en llanto me invadió y comencé a llorar. Estaba en medio de la inmensidad del universo. Grité, grité y grité con fuerza una y otra vez. Mis gritos aunque muy fuertes se perdieron en la inmensidad. Esto me resultó muy liberador. Grandioso como el universo mismo.

     Comencé a ver a todas las mujeres de mi familia, las que ya han partido y eran muchas. Ahora cada una de ellas está con sus bebés. Se impone el amor por los hijos y la alegría de tenerlos. Veo un campo lleno de flores y la frase que viene a mi mente es: COMO LA PRIMAVERA. Ahora estás renovada. La sensación de dicha era inmensa. Sentí que la energía femenina se manifestó con fuerza a través de mí.

     Ahora comprendo mejor de dónde provenía el inmenso bloqueo energético que yo tenía vinculado con la maternidad. Los hijos son el mejor regalo del mundo. Bienvenidos los bebés al mundo. Cada vez que veo a una mujer embarazada me siento feliz, no puedo evitarlo, me conmueve. Se que cada alma tiene una misión que cumplir en esta tierra.

     Varias personas relataban sus experiencias respecto a la meditación y coincidían en el hecho de haber visto a mujeres muy importantes, entre ellas a Conny Méndez y otras más. Mujeres que vinieron a este planeta a hacer un trabajo espiritual, lo cual hizo que nuestro transitar por el mismo resultase más fácil. Les dimos las gracias por ello.

     Después de tan mágica experiencia me fui a leer hasta que me invadió el sueño. Dormí profunda y plácidamente. Esto me sorprendió considerando que estaba sola. No creí jamás lograr hacer eso. "Bien por mí". A diferencia de otras oportunidades no sentí miedo alguno. Sabía que estaba segura, sentí que había una energía maravillosa rodeando todo el lugar. Me sentí protegida, esa fue la sensación.

     El sonido de una campanilla me despertaba en la madrugada para invitarme a ser parte de una nueva meditación. El frío era intenso, apenas si lo toleraba. Sin embargo, el sonido de los mantras era tan hermoso que era imposible no fundirse en él. Buscaba entonces un lugar para unirme con mi voz. Hacía un gran esfuerzo por mantenerme enfocada mientras mi cuerpo gritaba: ¡No soporto este frío! Mi chaqueta rosada permanecía a mi lado y yo la observaba mientras peleaba con mi razonamiento para darme el permiso de abrigarme con una pieza que no era de color blanco. Así que en contra de lo exigido decidí abrigarme. Después de todo era rosada, el color del amor.

     Luego de unas horas el sol comenzó a brillar y como siempre me complacía en su luz y disfrutaba de su calidez. Se le unían en belleza el canto de los pájaros que volaban alegremente de un árbol a otro. Sabían lo que estábamos haciendo y Dios los había enviado a darnos los Buenos Días. Minutos màs tardes otra actividad daba comienzo y el lugar continuaba llenándose de energía divina, absorbida por completo por nuestros cuerpos. Consciencias divinas se manifestaban y por primera vez el nombre de mis guías espirituales aparecía en mi mente. Decidí enmudecer porque me sentí extraña con lo que percibí.

     Disfrutamos de un rico desayuno y nos incorporamos a horas de estudio, lo cual me resultó más que interesante, fascinante. Llegó la hora del almuerzo y una y otra vez a recibir información valiosa. Luego de unas horas comenzaría un grupo de jóvenes a entonar hermosas melodías para agradar y agradecer a Dios y decidí disfrutar el momento, ni siquiera quise levantarme a tomar el break, no quería perderme de nada ni por un segundo. Fue realmente maravilloso.

     Por cierto, me encontré con una chica que conocí hace diez años cuando ambas asistimos a un taller de Constelaciones Sistémicas. La vi y pensé: - ¡La conozco!. Ella fue muy amable y me invitó a compartir con su grupo. Aproveché la ocasiòn para preguntarle acerca de su alimentación. Todos comen carne y está bien para ellos, pero lo mejor de todo y lo que caracteriza al grupo es que son super divertidos.  Así que llego a la conclusiòn de que no todos se toman tan en serio lo del correo electrónico. Incluso hemos escuchado variadas opiniones en cuanto a la alimentación. Coincidimos y aplaudimos el hecho de que cada quien a su propio ritmo y según su propio proceso, decide lo que es mejor para si mismo. Sin embargo, reconozco que lo de la ropa blanca no es por gusto, es necesaria para realizar las actividades y las meditaciones. De ninguna manera puedan realizarse con ropa oscura.

     Valio el esfuerzo venir hasta aquí, siento que se ha realizado un trabajo significativo y especialmente siento que la energía femenina se ha manifestado con fuerza, por lo menos ha sido así para mí.   Me hago consciente del amor inmenso de mis abuelos, no importa que se hayan ido a otro plano y tampoco importa que no haya conocido a dos de ellos mientras vivían. Todos ellos están cuidándome. Debo decir además que me impresionó mucho la conexión poderosa que sentí con la madre tierra, mis raíces indígenas, mis ancestros, mi familia y agradezco aun más la belleza de la maternidad.

     Todavía está pendiente un día más y lo espero con ansias. Por lo pronto voy a descansar. Después de un día tan nutritivo a nivel espiritual reconozco que admiro y respeto profundamente el trabajo que vienen desarrollando muchas personas desde hace años para que nuestro planeta vibre a un nivel más alto, para que reine la armonía, la tolerancia frente a nuestras diferencias y para que demos un salto de evolución hacia la verdad y el amor. Gracias una vez más por ello.

     Gracias Querido Padre Celestial por este maravilloso regalo.  Amén.

martes, 20 de diciembre de 2016

RENACER

RENACER

     Conocí El Rebirthing o Renacimiento gracias al entusiasmo de mi padre. Recuerdo aquella tarde amarilla, de mucho Sol y Tierra en Barquisimeto, lugar donde me encontré con una señora amable, llena de luz y serenidad.  Ella comenzó a explicarme en que consistía; yo apenas si pude comprender algunas cosas. Ese primer día fue difícil para mí conectarme con la respiración. Pero cuando finalmente lo hice, me sorprendió lo que experimenté. Hoy después de algunos años reconozco por un lado, la importancia de la respiración y por el otro, la importancia del nacimiento, en la vida de todo ser humano. 

     Aprendí a valorar la respiración o a hacerme consciente de ella a través de la practica del Yoga.  Los beneficios de La "Respiración Completa" en especial son múltiples, es decir, cuando llevas el aire desde abajo hasta lo alto de tus pulmones. 

     Por otro lado, o yendo un poco más allá, no puedo evitar mencionar a los devas solares, esos pequeños puntos de energía y de luz que se pueden observar en el aire. Te invito a observar detenidamente un punto en el cielo a plena luz del día y podrás verlos. Veras pequeñisimos puntitos de luz que se mueven rápida y alegremente. Son miles y miles o trillones de ellos. Expande tu visión y te darás cuenta de que todo a tu alrededor está lleno de esa energía. "El Prana" Esa fuerza de vida que está en el aire.  Intenta incluso seguir el recorrido de alguno de ellos y te darás cuenta de que se mueven muy pero muy rápido. Podrás sentir una sensación de alegría sólo al mirarlos. Haz esta practica diaria y luego los veras en tu habitación como flashes de luz que van y vienen a placer. Toma aire y respíralos. Respira profundo. Esto te conecta con la fuerza de la vida.

     En el rebirthing el acto de respirar va aun mas allá. Nos lleva a conectarnos con nuestra consciencia superior. Con nuestra esencia. Y al hacerlo comienzan a surgir aquellas experiencias guardadas que necesitamos trascender. Por otro lado, El Nacimiento representa el primer momento de un cambio importante en la vida de todo ser humano. Pasamos de estar en un ambiente liquido y cálido a uno de aire y frío. Y nos vemos entonces en la necesidad de Respirar. Ese acontecimiento tan importante repercute considerablemente en nuestras vidas aun cuando no seamos conscientes de ello. La experiencia del nacimiento queda grabada en nuestra memoria y condiciona nuestro comportamiento frente al cambio. E influye además en nuestra sensación de seguridad y confianza.

      Las primeras ocasiones en las que recordé mi nacimiento fue a través de la Programación Neuro Lingüística. Una poderosa herramienta  y en aquellos años solo recordaba la sensación de tener algo atado a mi pie izquierdo. Para mi madre el parto había sido rápido y sin complicaciones.

      Me reencontré nuevamente con El Renacimiento y con mayor consciencia decidí abrir mi corazón y entregarme a la experiencia de la respiración consciente. Y debo decir que me resultó más fácil conectarme. Siento que al igual que pelar una cebolla, yo fui quitando poco a poco las primeras capas pues las nuevas experiencias fueron mas intensas y profundas. Mi nacimiento no fue tan rápido, ni tan fácil. Necesitaría muchísimos renacimientos para lograr finalmente salir a la luz y ser liberada del cordón umbilical, el cual se había enrollado en mi cuello. 

     Un día en particular mientras respiraba conscientemente, yo usaba un traje de baños que se enlazaba a la altura de mi cuello y la facilitadora desató el lazo en el momento de mi nacimiento. Sentí entonces que me liberó de mi ahogo. Y respiré, respiré, respiré profundo.  Una sensación de dicha y plenitud recorrió todo mi cuerpo, cuando sentí mis pulmones completamente llenos de aire. Me sentí viva. Realmente viva. Y me pregunté: ¿Nací o Renacíí ese día? Definitivamente renací, me sentí llena de alegría. De hecho, por fin pude entrar a una pequeña piscina que tenía cierta semejanza a la de un útero y desde allá nadar a través de un canal hasta salir a una piscina grande. No me había atrevido a hacerlo, pues aun cuando parecía algo tan sencillo, a mi me resultaba aterrador.

     Solía ver a los niños que nadaban alegremente desde una piscina a la otra, de manera muy natural. Y no entendía por qué yo, ni siquiera me atrevía a intentarlo.  Pero cuando finalmente lo hice, no podía parar de hacerlo.  Me sentía como una niña que sale a jugar y divertirse. Además de ello, comencé a lanzarne a la piscina una y otra vez. Y comprendí por qué a mi hijo le gustaba tanto deslizarse de un lado a otro en el agua, pues la sensación de caída es genial, super divertida. Nada parecido a lanzarse de forma incorrecta desde una plataforma de 5 metros de altura y sentir que el agua te golpea con fuerza, al entrar en ella. 

     Me he permitido reconectarme con mi niña interior y cultivar el disfrute y la diversion. Ahora tengo mas tiempo para dedicárselo y consentirla de vez en cuando. Estoy aprendiendo a sanar esos espacios de mi vida y la respiración consciente ha traído muchisimos beneficios a mi vida.   En principio me ha liberado de experiencias dolorosas y yo diría que incluso ha ido más allá.  Me ha ayudado a soltar mis miedos y llenarme de una infinita energía de amor.
     Los invito a conocer El Renacimiento. A revivir el nacimiento, liberarse de cualquier dolor y sanar.  Incluso pueden ir más atrás del momento del nacimiento. La experiencia puede ser grandiosa.  En la "Hacienda La Concepcion" encontraran a una maravillosa Renacedora. Su nombre es Marisol. Es un ser de luz y amor. Tiene unos ojos hermosos y profundos que irradian sabiduria. Y es capaz de transmitir confianza y serenidad.  Ambas muy pertinentes cuando  estamos en búsqueda de la sanación.